Todos los seres de sombras somos reemplazables, somos materia dispuesta para ocupar el espacio que se supone es de alguien más, somos vacío... Una vaga imagen, una ilusión tal vez, una mentira las más de las veces.
Somos delirio, hambre, sed, frío vestido de fuego que parece quemar, pero que no es más que una irrisoria copia, un intento sardónico del destino, un quiebre en el tiempo... un error.
Porque yo fui el error, que se dio cuenta demasiado tarde, que se dejó llevar, que duró más de lo que debía, porque soy yo el reflejo en el espejo que nunca será real.
Nací por el error de dos, viví por la compasión de dos, y morí en los sueños de uno.
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